Conflicto y Violencia de Colombia y la Región Orinoquía
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Bibliografía.
1. Autodefensas Unidas de Colombia (auc). 16 de mayo de 1998. “Primera adhesión a las auc”. http://www.verdadabierta.com/web3/archivos-para-descargar/category/40_historia3?download=24%3Aprimera-adhesin-auc-1998. recuperado el 22 de junio de 2020.
2. Ministerio de Defensa. 31 de marzo de 2009. “Salto estratégico busca llevar a las farc al punto de no retorno”. http://www.mindefensa.gov.co/index.php?page=181&id=8720. Recuperado el 22 de junio de 2020.
Conflicto y Violencia de Colombia y la Región Orinoquía
Guerra de los 1000 días
La facción belicista del partido liberal se declaró en rebelión contra el
gobierno conservador a la cabeza de Manuel Antonio Sanclemente y su
vicepresidente José Manuel Marroquín. Sus razones venían de antes, y se
enmarcaban en la guerra civil de 1895 y en el fraude electoral de las
elecciones de 1897, que dejaron a los liberales fuera de cualquier
participación política. Era claro que se vivía un momento en que el
gobierno de la Regeneración buscaba el cierre de espacios de
participación al partido contrario y en todos los ámbitos de la sociedad (a
esto también contribuía la iglesia católica, ama y señora de la
espiritualidad nacional). La política no oficial, pero si aplicada, era el
exterminio o el exilio del liberalismo y sus representantes. Ante estas
razones, este sector del liberalismo veía muy probable ganar una
contienda que permitiera, entre otras cosas, la aplicación de las
necesarias reformas económicas y sociales que necesitaba el país. Más de
tres años de conflicto bélico
Algunas de las consecuencias de la Guerra de los Mil Días fue la muerte
de entre 60 y 130 mil individuos, el daño extensivo en el territorio del
país, la ruina económica a nivel nacional y la posterior independencia de
Panamá.. Ese incremento de los precios no vino acompañado de una
subida de los salarios. Esto provocó grandes bolsas de pobreza e, incluso,
episodios de hambrunas en algunas partes del país. Por otra parte, los
servicios de transporte, tanto fluviales como terrestres, también se
vieron afectados. Ya antes de comenzar la guerra estos servicios
presentaban muchas deficiencias, pero la destrucción de infraestructuras
empeoró mucho la situación. El resultado fue, de nuevo, un aumento del
coste de los fletes, lo que dificultó aún más la llegada de bienes.
Violencia de los 50's
La época de la Violencia en Colombia es como se denomina a un periodo
histórico entre 1948 y 1960, caracterizado por violencia bipartidista y el
asesinato del caudillo liberal Jorge Eliécer Gaitán el 9 de abril de 1948, hecho
que desencadenó una serie de desórdenes conocidos como el Bogotazo,
caracterizados por las fuertes peleas entre Liberales y Conservadores,
incluyendo asesinatos, agresiones, persecuciones, destrucción de la
propiedad privada y terrorismo por el alineamiento político. Algunos autores
sitúan este periodo hasta 1953. Algunos factores que contribuyeron a la
prolongación de La Violencia fueron los temores anticomunistas de la clase
dirigente, la privación económica de los sectores populares y un rígido
sistema de partidos que solo permitía la participación de dos partidos
políticos. En el año 1957, el Partido Liberal y el Partido Conservador formaron
una coalición llamada el Frente Nacional para poner fin a la violencia.
Mediante este acuerdo los dos partidos acordaban
Algunas de las consecuencias son la inseguridad en las zonas de conflicto, la
producción normal en el sector agrario y la falta de salud, educación y
saneamiento básico. El traslado de cultivos ilícitos ha generado deforestación
y por ende un daño ecológico a las riquezas naturales.
Grupos al Margen de la Ley
La mayoría de estas facciones armadas ahora se agrupan en torno
a zonas costeras y fronterizas. Alrededor de 1.000 disidentes de
las FARC, que rechazan el acuerdo de paz por varios motivos,
gobiernan de facto diversos territorios, varios de los cuales
dependen del narcotráfico. La segunda mayor fuerza guerrillera
de Colombia, el Ejército de Liberación Nacional (ELN), ha
negociado un cese al fuego temporal con el gobierno, a pesar de
estar contemplando la conquista de nuevos territorios, en
especial a lo largo de la costa pacífica. Las Autodefensas
Gaitanistas, actualmente el mayor grupo neoparamilitar del país,
combinan una jerarquía militar vertical centrada en el noroeste
del país con una red de bandas locales subcontratadas.
Actualmente es la principal organización narcotraficante del país.
Violación de los derechos humanos. Más pobreza y menos
educación. La crisis humanitaria que vive Colombia. La violencia
extendida. Represión política generada por el enfoque de cada
grupo armado. Se ve una pérdida de la relación entre los sectores
rural y urbano.
Paramilitares
En Colombia, desde la década de los años ochenta del siglo XX tomó fuerza el
paramilitarismo como estrategia contrainsurgente, política que no ha sido reconocida
como tal por parte de los distintos gobiernos y se expresa como terrorismo de
Estado. Incidió en el surgimiento de tal fenómeno, la ideología anticomunista que
profesan la mayoría de miembros de las fuerzas armadas, la cultura política derivada
de la violencia, la corrupción y el clientelismo, así como el narcotráfico, al igual que
las influencias externas, provenientes principalmente de Francia y Estados Unidos. El
paramilitarismo invadió las distintas estructuras del poder estatal, en la perspectiva
de configurarse como un proyecto político, militar, social y económico de alcance
nacional. Originado, según sus mentores, como una respuesta a los excesos de la
guerrilla, el paramilitarismo ha privilegiado, como método de lucha, las masacres,
asesinatos selectivos y desplazamientos de población civil, acusados de ser
simpatizan
Todos los sectores de población y las organizaciones involucradas se han
transformado como consecuencia de ocho años de acción de los escuadrones
de la muerte. El ejército y la policía ban implicado en la práctica de atropellos
a los derechos humanos de la población a muchos de sus integrantes, hasta
llegar a la cúpula que traza las estrategias
Parapolítica
Desde el destape del escándalo hace cuatro años, la justicia ha puesto al
descubierto la existencia de reuniones, pactos, documentos y videos que ratifican
los nexos entre ‘paras’ y políticos regionales y locales. Gracias, en parte, al proceso
de Justicia y Paz, se ha puesto en evidencia hasta dónde llegó el fenómeno de
complicidad entre congresistas, alcaldes, gobernadores, diputados, concejales, así
como miembros de fuerza pública y funcionarios de Fiscalía, y DAS en varias
regiones del país, con el terror paramilitar.
Desde mediados de 2006, la justicia se topó con un gran número de pruebas que
pusieron al descubierto los nexos entre líderes políticos y funcionarios regionales y
nacionales, con grupos paramilitares que operaron en distintas partes de la geografía
nacional. Según el último informe de Corporación Nuevo Arco Iris (CNAI), a julio de
2010, existen procesos por vínculos con el paramilitarismo contra 3 gobernadores, 5
alcaldes y 6 concejales elegidos para el periodo 2007- 2011, y contra 16 ex
gobernadores, 38 ex alcaldes, 12 ex diputados, y 21 ex concejales elegidos para
periodos anteriores. En total son 101 figuras políticas regionales procesadas.
De acuerdo con algunos sectores de la prensa y senadores del Partido Demócrata
de los Estados Unidos, el escándalo al que algunos denominan 'paragate' podría
tener repercusiones en la aprobación de fondos para la fase II del Plan Colombia y
en la aprobación del texto actual del Tratado de Libre Comercio (TLC).
Uribe emprendió entonces una gira por los Estados Unidos con el propósito de
conseguir el apoyo de los congresistas demócratas para la aprobación del TLC
reuniéndose incluso con Nancy Pelosi la presidenta de la cámara de
representantes de ese país quien dijo a Uribe que para recibir el apoyo de la
mayoría demócrata era esencial que el gobierno procesara judicialmente a los
funcionarios comprometidos en el escándalo, incluso los de altos rangos, a la
vez que expresó su preocupación por la impunidad frente a los crímenes
cometidos contra varios sindicalistas en el país. Uribe regresó meses después y
de nuevo obtuvo negativas.