Ciclo de Vida: Infancia y Adolescencia (Psicología del Desarrollo) Mind Map on Desarrollo Socioafectivo en la Primera
Infancia, created by Paola Michel on 11/10/2013.
Las señales emocionales de
los bebés regulan la conducta
de sus cuidadores
Primeras expresiones
faciales
- Fin del primer mes: sonrisa ante la voz y la
cara humana, sonrisa social. - Segundo mes:
expresiones faciales de enfado, tristeza y
sorpresa; en el tercer mes se relacionan con la
situación y los movimientos relacionados con
las emociones, revelando estados internos
Se van socializando en la
interacción con las figuras de apego
Durante el primer año los padres fomentan las
emociones positivas y evitan las negativas. A los 2
años el niño intenta controlar sus emociones:
morderse el labio inferior para contener la ansiedad.
El lenguaje posibilita un nuevo modo de expresar las
emociones, disminuyendo la cólera y el llanto.
Existen diferencias ligadas al género: mayor
expresividad ante las niñas, al igual que mayor
tolerancia de la tristeza y restricción de la cólera
Existen importantes
diferencias interindividuales
- Temperamentales: intensidad emocional,
tendencia a emociones positivas o negativas,
disposición al miedo/timidez frente a la
desinhibición. - Socialización familiar: proporciona y
regula las oportunidades para experimentar y
compartir emociones y suministra las reglas de
expresión, muy influidas culturalmente
Reconocimiento de
emociones y empatía
3-4 meses: distinguen
expresiones emocionales de
sus cuidadores y reaccionan
ante ellas.
8-10 meses: interpretan las
emociones de sus cuidadores
(referencia social)
Segundo año: desarrollo de la empatía
(ponerse en la piel de otro para interpretar
sus sentimientos y sensaciones), que
posibilita compartir emociones y es un
importante pilar de las relaciones
socioafectivas, motivadora de la conducta
prosocial e inihibora de la agresión.
2-3 años: el desarrollo del lenguaje y el juego
simbólico permite la expresión y elaboración de
los estados afectivos propios y ajenos. Las
explicaciones de los adultos y las conversaciones
con ellos contribuyen en gran medida al
desarrollo de la comprensión de las emociones y
sus causas.
Emociones
sociomorales
2-3 años: aparecen las emociones
sociomorales o autoconscientes como:
vergüenza, culpa, orgullo; cuyas bases
evolutivas son el desarrollo del Yo, la
aprobación/ desaprobación del
cuidador, la referencia social y la
empatía.
Diferencias de género: las niñas sienten más
vergüenza ante el fracaso y más relación
entre agresión y reparación. Ésto parece
estár relacionado con técnicas disciplinarias
y prácticas de socialización pues se suele
inducir a las niñas como victima y a los niños
como figuras de poder.
Regulación
emocional
Durante el primer año, los bebés desarrollan una
creciente capacidad de regular sus emociones, gracias a
procesos cognitivos, madurativos y a la intervención de
los cuidadores (regula sus estados emocionales, tolerar y
afrontar niveles de tensión cada vez más elevados,
promover la sensación de control y enseñanza de
estrategias de autoregulación). Existen diferencias en
este desarrollo según el tipo de apego que se
establezca con los cuidadores
Entre los 2 y 3 años las competencias infantiles
crecen, gracias también al lenguaje y el juego, y
se van flexibilizando y adaptando ante las
circunstancias; los padres intervienen más
directamente en la educación emocional de sus
hijos.
Las relaciones con
los iguales
Evolución y
características de las
interacciones entre
iguales
Los niños se activan en presencia de otros
niños y manifiestan interés. Las interacciones
entre bebés dependen totalmente de que los
adultos les pongan en contacto debido a sus
limitaciones de desplazamiento.
Desde los 6 meses buscan llamarla
atención e iniciar la comunicación con los
iguales mediante la vocalización, miradas,
tocar, sonreír u ofrecer juguetes a los otros.
Estas expresiones son poco frecuentes al
principio, pero a medida que pasa el tiempo
se hacen mas constantes.
A los 9 meses aumenta la intencionalidad de conductas
comunicativas entre iguales, sonríen mutuamente, se
observan y se imitan. Las interacciones entre iguales
suelen girar en torno a juguetes y objetos que ellos mismo
manipulan, se ofrecen e intercambian. La posesión de
estos suele ser la principal causa de los conflictos entre los
mismos. El juego suele realizarse por separado aunque los
niños estén juntos, ya que se concentran en ellos mismos.
Los niños que poseen mayor experiencia previa tiene más
facilidad a la hora de entablar relación con otros iguales
que los que carecen de contacto o es menor.
A finales de los 2 años el niño desarrolla el
juego simbólico (utilizar una caja como si
fuese un coche), y éste da lugar a la
aparición del juego sociodramático (jugar a
los médicos), por lo que el juego solitario va
disminuyendo y el juego cooperativo cobra
gran importancia.
Antes de los 2 años en las actuaciones entre
parejas no suele haber preferencia de
género. Después se amplían los grupos y
aparece la segregación por género, fruto de
la orientación social hacia distintas
actividades y estilos de conducta
(estereotipos de género).
Se puede decir que aquí
surge el concepto de amistad.
Relaciones con los padres
y competencia social con
los iguales
La relación con los padres puede contribuir a desarrollar en los hijos
capacidades y formas de interacción que les permitan establecer
relaciones competentes con los iguales. El tipo de apego, las creencias
de los padres sobre el desarrollo y la educación y el estilo educativo de
los padres facilitarán el éxito del niño en sus interacciones.