La crisis financiera de 2008 fue un evento de gran magnitud que tuvo un impacto significativo en la economía global. En el
epicentro de esta crisis se encontraba el sector de hipotecas en Estados Unidos.
causas
Desregulación financiera
se refiere
A la eliminación o relajación de restricciones y
controles gubernamentales en el sector financiero
Reducción de restricciones que limitaban las actividades de instituciones financieras
Ausencia de controles regulatorios sólidos para monitorear y
corregir comportamientos financieros riesgosos
Burbuja inmobiliaria
fue
Un fenómeno caracterizado por un aumento excesivo y no sostenible en
los precios de los bienes raíces, especialmente en el mercado de viviendas
Afectando a los mercados financieros, instituciones
bancarias y la economía en general.
Prácticas crediticias laxas
concesión de préstamos hipotecarios de alto riesgo
conocidos como "subprime". Estos préstamos se otorgaban a prestatarios con
historiales crediticios deficientes o ingresos inestables.
Aumento significativo del desempleo
condujo
Quiebra de instituciones
financieras
Grandes bancos y otras instituciones financieras enfrentaron problemas
financieros debido a la burbuja inmobiliaria y la proliferación de activos tóxicos
relacionados con hipotecas de alto riesgo
Contracción del crédito
La falta de confianza entre los bancos y la restricción en la disponibilidad de crédito afectaron a
las empresas. Muchas empresas dependen del crédito para financiar sus operaciones y
expandirse, y la falta de acceso al crédito resultó en recortes de empleo.
Caída en la demanda
La crisis llevó a una disminución en el gasto de los consumidores y las inversiones
empresariales. Las empresas, al enfrentar una disminución en la demanda de productos y
servicios, tuvieron que reducir la producción y, en consecuencia, despedir a empleados.
Oleada de ejecuciones hipotecarias
era
Esencialmente la confiscación de la propiedad por parte del banco debido al
incumplimiento en los pagos. Esto llevó a una avalancha de propiedades en el mercado, lo
que a su vez hizo que los precios de las viviendas cayeran aún más, creando un ciclo
negativo.