Hay un refugio, se
encuentra muchisima
gente, no hay
espacio. Entre ellos,
una señora y su hijo
Un hombre corpulento y
con ojos rojos les da su
litera. El hombre se
queda vigilando la choza
Mas tarde un sonido ronco
despierta a todos. El hombre
corpulento va a la puerta y luego
se esfuma. El resto de hombres no
puede cerrar la puerta
En el fondo del bosque se escucha un
ruido. El hombre corpulento aparece
con pezuñas y dando saltos se dirige
hacia el centro de un ciruclo de
personas, que bailaban, disfrazados y
adornados, alrededor de un idolo en
la punta de una lanza.
De cuenvas de las montañas, sale
todo tipo de gente, enanos, viejas
desgreñadas, hombres con cachos y
boca de lagartos, etc.
Dentro de la choza
La señora se
acurruja y
protegera a su hijo
a toda costa
El hombre corpulento
se sienta en un trono.
Empieza a juzgar a los
desertores, los apunta
con el dedo
Los enanos
ejecutan su
condena
A la mañana siguiente, nadie
recuerda bien lo sucedido. La
mujer ve al hombre corpulento
durmiendo en el fondo de la
choza, decide ir a toparlo, pero no
lo hace.
Se va con todos y piensa que tal vez la cabaña nunca existio
algunos mueren, otros
huyen y otros se unen a la
fiesta