Esta es una herramienta utilizada para hacer frente y resolver
algunos de los problemas que se dan con más asiduidad en las
empresas. Las 8D propone ocho pasos secuenciales que deberemos
seguir para resolver con éxito cualquier tipo de problema.
definición
D1: Formar un equipo de expertos que cubra todas las
funciones. Hay que ser consciente de que un problema debe
ser solucionado por gente que sepa del tema
D2: Definir el problema. Posteriormente se
debe realizar una descripción detallada del
problema.
D3: Implementar una acción provisional de contención. Si el
problema es realmente serio, antes de implantar la solución
definitiva, se propone poner una solución rápida provisional
D4: Identificar la causa raíz. Se deben buscar las causas raíz que
generaron la incidencia.
D5: Determinar acciones correctivas. Así como anteriormente se
implantaron acciones provisionales para evitar que un problema
similar surja de nuevo mientras buscábamos la causa raiz, ahora
deberemos determinar cuál va a ser la acción correctiva (AC)
definitiva que elimine la causa raiz del problema.
D6: Implementar las acciones correctivas permanentes. Una vez
definidas las acciones correctivas, habrá que implementarlas y
tener un control para verificar han sido eficaces y que no que
surge de nuevo el fallo.
D7: Prevenir que vuelva a aparecer un problema similar. Ahora que ya
sabemos cómo y dónde se producen el tipo de problemas estudiados,
podemos extrapolar este tipo de mecanismos a otros procesos
similares, evitando la nueva aparición de fallos similares.
D8: Reconocer los esfuerzos del equipo. Para acabar, se recomienda
felicitar o recompensar de alguna forma al equipo de trabajo.
El uso de las 8D permite la mejora de productos, servicios y
procesos, y establece una práctica estandarizada a seguir.
Básicamente, lo que se busca es centrarse en el origen de cada
problema mediante determinación de la causa raíz para así
implantar soluciones eficaces.