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Segunda Mitad del Siglo

La segunda mitad de siglo fue la época del neoclasicismo y la prosa critica hasta fin de siglo En esta época se aceptan los preceptos clásicos, es decir, en el teatro se impone la regla de las 3 unidades y se separa la tragedia y comedia (destaca Leandro Fernández de Moratín). la lírica apenas tiene manifestaciones. Een su lugar arraigan las fabulas (Iriarte, Samaniego) y cobra gran importancia la prosa crítica (Cadalso, Jovellanos).

Leandro Fernández de Moratín fue el principal autor dramático de su época, solo escribió 5 comedias que se caracterizan por el total sometimiento a las reglas, por su doble finalidad de deleite e instrucción moral y por la verosimilitud de sus argumentos. Estas 5 comedias fueron: El viejo y la niña, el barón, el si de las niñas, la mojigata y la comedia nueva o el café.


En el teatro de adopta la regla de las 3 unidades (acción, lugar y tiempo).

Se separa lo trágico de lo cómico y se divide en subgéneros:

  1. Tragedia: Apenas dió obras de interés (Vicente García de la Huerta, y Jovellanos)
     
  2. Comedia: Leandro Fernández de Moratín
     
  3. Sainetes: es un teatro al margen de la estética neoclásica, tuvo gran éxito, son obras cortas herederas del entremés. Su principal representante es Ramón de la Cruz.


El ensayo es el genero que alcanzó mayor difusión, destacan Cadalso y Jovellanos.

También fue la época del prerromanticismo, que es un movimiento que se da en las últimas décadas del siglo, se opone al neoclasicismo y reivindica la expresión del sentimiento. Aparecen temas emotivos, nocturnos y lacrimosos que preludian el romanticismo. Algunos escritores pasaron del neoclasicismo al prerromanticismo (Meléndez Valdés, Quintana, etc.)

En conclusión, el siglo XVIII supuso un enorme avance para el conocimiento y la modernización del país pero en cambio perdió calidad literaria respecto a la literatura de los siglos anteriores.