Resulta de la valorización producida por la intervención activa de las personas sobre el territorio, para mejorarlo, transformarlo o enriquecerlo.
Esta valorización y acción se produce desde “dentro” y desde “fuera” del territorio. Así, por ejemplo, los migrantes que mantienen como ámbito de reproducción social, económica y simbólica su terruño, reproducen los vínculos con el territorio de origen, lo que, en algunos casos, genera multiterritorialidad expresada como relación de construcción del origen o su reproducción, aun cuando sea simbólica, en el nuevo –a veces temporal y otras permanente– territorio.
Territorialidad es, entonces, la relación, el dominio y la apropiación del territorio que afectan su representación, su organización y el ejercicio de poder que lo configuran.
Representación del territorio
Es objeto de representaciones múltiples, pues múltiples son los actores que desde sus visiones, interpretaciones e intereses le atribuyen determinadas características, potencias, significados. En ese sentido, puede ser objeto de representación unidimensional o multidimensional, parcial o total.
Pueden provenir desde matrices religiosas, cosmogónicas, políticas o económicas, son mapas mentales que lo definen, ordenan, sacralizan, historizan, proyectan y controlan.
Los territorios son parte del conjunto de representaciones colectivas que dan a las conciencias étnicas y son marcos, no solo físicos sino también simbólicos, para la experiencia grupal; un territorio es el resultado de la articulación entre una población con su espacio.
Son esos sujetos o actores sociales –propios o ajenos a un territorio– quienes, desde sus representaciones del territorio, están en constante búsqueda por proyectarlo, por hacerlo parte de su cohesión, o entran en constante confrontación y disputa por construirlo, apropiárselo y controlarlo.
Aproximación teórico-conceptual Territorio