Matrimonio clandestino
Isabel y Fernando se casaron en secreto en 1469, iniciando así la unión dinástica. Isabel tenía 18 años y Fernando 17.
El enlace enfureció a Enrique IV, que desheredó a Isabel (su
hermanastra), ya que tenía previsto casarla con Alfonso V de Portugal. Como consecuencia, nombró como su sucesora a Juana la
Beltraneja.
Al ser primos segundos, Isabel y Fernando
necesitaron de una dispensa papal para ser reconocidos como matrimonio
por la Iglesia. Al no contar con ella, presentaron una falsa bula.
Finalmente Sixto IV emitió la Bula que les dispensaba de sus lazos de
consanguinidad en 1471.