Iván Jacksic: imparcialidad y verdad - el surgimiento de la historiografía chilena
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Historia Mind Map on Iván Jacksic: imparcialidad y verdad - el surgimiento de la historiografía chilena, created by CONSTANZA CAMILA BUSTAMANTE on 25/04/2021.
Iván Jacksic: imparcialidad y
verdad - el surgimiento de la
historiografía chilena
1.- resumen
La configuración del campo histórico en Chile obedece a
necesidades tanto prácticas como políticas. Por una parte,
establecer los hitos fundamentales del pasado para un
mejor conocimiento del país en sus dimensiones geográfica,
natural, civil y política
incentivar la investigación histórica
profesional a partir de criterios
académicos establecidos por la
Universidad de Chile
El surgimiento de la historiografía en Chile obedece a
una necesidad que tarde o temprano se plantean las
naciones: cómo comprender y asimilar su pasado, sobre
todo en un contexto de quiebre imperial y guerra civil
por ejemplo, de la independencia, o del
carácter de las instituciones republicanas
que se pretenden instalar
la famosa polémica historiográfica
que protagonizaron Andrés Bello y
José Victorino Lastarria, que tuvo
lugar entre 1844 y 1848
resulta indispensable referirse a la obra de Claudio Gay,
Historia Física y Política de Chile. Esta obra, que Rafael
Sagredo denomina “la primera narración del pasado chileno
elaborada en el período republicano”,
En la realización de esta obra Gay incluyó 8 tomos de una historia civil y
política que abarcaba desde los comienzos de la conquista española hasta
fines de la década de 1820. A pesar de no ser parte de su plan original, Gay
redactó esta historia a instancias del gobierno de Joaquín Prieto a través de
su ministro Mariano Egaña. Estos tomos revelaban de forma sistemática y
por primera vez el pasado colonial de Chile y los primeros pasos de su vida
independiente
Gay explicó que “no obstante los atractivos que ofrece esta historia [la de Chile], los chilenos no pueden
todavía lisonjearse de poseerla, porque las de [Alonso de] Ovalle y [Juan Ignacio] Molina y aun la del padre
[José Javier] Guzmán no pueden de ningún modo satisfacer las necesidades de la época y a la ilustración del
país: la primera es sobrado antigua; la segunda compendia demasiado los hechos y no llega verdaderamente
más que hasta el año 1665; y la tercera, aunque más moderna y más completa, sólo puede servir para la
instrucción de la juventud, que fue el único objeto que se propuso su digno y venerable autor al publicarla.
Esta gran laguna nos ha sugerido la idea de añadir a nuestras publicaciones de Historia Natural y Geografía,
una Historia Civil y Política de Chile”
se trataba de una obra encargada y financiada por el gobierno, y de la cual
se esperaba una orientación triunfalista, Gay logró introducir
procedimientos metodológicos provenientes de las ciencias naturales que
dieron un carácter de rigor e imparcialidad a su narrativa histórica
DOMINGO FAUSTINO SARMIENTO
comentaría casi de inmediato que “En América
necesitamos, menos que la compilación de los
hechos, la explicación de causas y efectos”
las bases del debate estarían establecidas por la obra
de Gay y su recepción en Chile, que giraría en torno a
la interpretación del pasado, sus fuentes y sus fines
2.- UNIVERSIDAD DE CHILE
Es con la instalación de la Universidad que se establecen los
lineamientos, estatutos y propósitos que definirán el cultivo profesional
del campo histórico en Chile
BELLO
en la ocasión del discurso inaugural de la Universidad, aparte de
identificar la filosofía de la historia de Herder como un ejemplo
de lo que se podría, pero que aún no se debía hacer en Chile, era
enfatizar la necesidad de establecer los hechos en un sentido
documental. Sin un trabajo previo de recopilación documental y
análisis crítico, resultaba innecesario y quizás hasta dañino el
hacer filosofía de la historia
acogió favorablemente, un año después del discurso inaugural
(1844), la primera entrega de la obra de Claudio Gay, Historia Física y
Política de Chile. Allí señalaría que “El prurito de filosofar es una
cosa que va perjudicando mucho a la severidad de la historia; porque
en ciertas materias el que dice filosofía dice sistema; y el que
profesa un sistema, lo ve todo al través de un vidrio pintado, que da
un falso tinte a los objetos
A los términos “exactitud” y “diligencia” habría que
sumar otros atributos que Bello señaló en el mismo
artículo y que consideraba inherentes tanto a la
historia como a la obra de Gay: “imparcialidad” y
“verdad”, todos los cuales constituían un polo
opuesto a la “filosofía de la historia”
Para Bello: insistía en que Herder mismo no
aprobaría una historia que no estuviese basada
en la investigación empírica
LASTARRIA
preparaba la primera memoria histórica
que habría de presentarse en la
Universidad de Chile en septiembre de
1844
la primera manifestación pública del interés por la
literatura nacional (que incluía la historia) se
encontraba en la fundación de la Sociedad Literaria
el 5 de marzo de 1842
El discurso que pronunció en la ocasión de su
elección como director el 3 de mayo de 1842 fue
descrito, también por él mismo décadas más
tarde, como la contrapartida intelectual del
discurso inaugural de Bello en la Universidad de
Chile
CITA : A nosotros toca volver atrás
para llenar el vacío que dejaron
nuestros padres y hacer más
consistente su obra, para no dejar
enemigos por vencer, y seguir con
planta firme la senda que nos traza
el siglo
Lastarria recurría a Herder para
enfatizar lo que la historia debía
revelar
3.- EL DEBATE FUNDACIONAL
La intención de Bello era inaugurar una tradición de estudios
históricos desde la Universidad, y pidió a Lastarria, quien había
sido designado como uno de los diecinueve miembros
fundadores de la Facultad de Filosofía y Humanidades, que
presentara la primera memoria en 1844.
Bello declaró que a la historia no sólo convenían “las
grandes y comprensivas lecciones de sus resultados
sintéticos. Las especialidades, las épocas, los lugares, los
individuos, tienen atractivos peculiares, y encierran
también provechosas lecciones”
Lastarria distorsionaba la verdad: en relación con los
abusos de la conquista y la colonia, Bello afirmó que
España tenía la misma actitud que “los estados poderosos
han manifestado siempre en sus relaciones con los débiles,
y de que aún en nuestros días de moralidad y civilización
hemos visto demasiados ejemplos”
no buscaba justificar el pasado colonial, o sus legados, pero rechazó el tono de
denuncia que emanaba del discurso de Lastarria33. Además, era contrario a la idea de
que, como resultado del colonialismo, los chilenos y los demás hispanoamericanos
estuviesen irrevocablemente corrompidos
Bello rehusó adoptar las mismas
conclusiones de Lastarria respecto de la
guerra contra sus presuntos legados
puesto que sólo podrían extraerse conclusiones
falsas a partir de premisas erróneas
dio su apoyo al informe de la
comisión, y agregó que la distinción
entre historia “filosófica” y “narrativa”
era artificial
se explayaría sobre varias de estas fuentes, pero aquí destacó la obra de
François Guizot, Histoire Générale de la Civilisation en Europe (1828)40.
También tenía en mente obras de Augustin Thierry, Simonde de Sismondi y
Amable Guillaume Prosper Brugière, barón de Barante, todos ellos autores
que combinaban la documentación de archivos con una reflexión política y
cultural41.
conocía bien esta tradición filosófica y además estaba familiarizado con
la escuela romántica desde su estadía en Londres. Si bien esta escuela
también tenía un sesgo, y se basaba en supuestos filosóficos, se
preocupaba de la búsqueda de claves para el desarrollo de las
tradiciones nacionales, y por lo tanto se interesaba más centralmente en
la validez de las fuentes históricas46. Como ha señalado Ricardo Krebs,
Bello pudo también estar al tanto de la polémica entre Leopoldo von
Ranke y Heinrich Leo en torno a la historia filosófica y documental. Lo
cierto es que conocía a Ranke y que estaba muy familiarizado con el
problema metodológico central de la historiografía europea
decimonónica
BELLO: tiene una discusión
con CHACÓN quien apoyaba
a Lastarria
El ensayo de Lastarria tenía un doble propósito: por una parte,
demostrar que aunque Chile se había emancipado de España en 1810,
el país estaba todavía sumido en una mentalidad colonial, presente en
las instituciones culturales y políticas, que obstaculizaban el desarrollo
democrático. Por otra parte, el discurso buscaba promover una
metodología histórica que consistía en extraer lecciones del pasado
para guiar el cambio en el Chile presente y encaminarlo hacia un futuro
democrático
hizo un resumen de tres siglos de historia para concluir
que el balance del período era desastroso. La inquietud
que manifestó a su público era que el país había avanzado
muy poco desde 1810
reducido a una completa
anonadación y sin poseer una sola
virtud social,
La tarea por cumplir, afirmó, era conducir el proceso de
independencia a su verdadera culminación, es decir, erradicar
las trazas coloniales en la legislación y en las costumbres.
METOLOGÍA
había sido completamente soslayado. En el discurso declaró que habría
sido muy fácil para él concentrarse en la simple narración de los hechos
históricos, pero se preguntaba acerca de la utilidad social que de esto
podría obtenerse, y de si era incluso posible hablar con objetividad sobre
temas cronológicamente muy recientes
El ensayo de Lastarria tenía suficientes elementos que preocupaban
a Bello como para responder a través de El Araucano en dos artículos
fechados 8 y 15 de noviembre de 1844
La crítica de Lastarria al pasado colonial era más cautelosa que la de
Francisco Bilbao en “Sociabilidad Chilena”, pero seguía la misma
lógica: los legados del coloniaje constumbre.
insistió en que los hechos eran históricamente
significativos sólo en la medida en que apuntaban al
perfeccionamiento humano y social
Bosquejo Histórico de la Constitución del
Gobierno de Chile durante el Primer Período de la
Revolución en diciembre de 1847. En este ensayo,
Lastarria se refirió a la política de la Patria Vieja
(1810-1814)
no se podía esperar más de patriotas bien
intencionados pero fallidos, ya que eran el producto
de siglos de servidumbre y estaban malamente
preparados para dirigir su propio destino
Lastarria y Chacón seguían una tradición
historiográfica arraigada en los escritos de
Voltaire, Mably y Raynal, que transmitían el
propósito de la Ilustración de destruir la
ignorancia y la superstición para instaurar la razón
TERMINOS POLÍTICOS
tal llamado al enfrentamiento con los supuestos guardianes de las
tradiciones españolas chocaba con los intereses tanto de Bello como del
gobierno de Bulnes a propósito de inducir el cambio gradual y ordenado
hacia un nuevo orden político y cultural. Agitar las pasiones de la
independencia sólo lograría debilitar el esfuerzo del gobierno por
orientar la política desde la ideología anticolonial a la construcción
pragmática del Estado y la nación
4.- LEGADO
Bello logró establecer la identificación y ponderación de los
hechos como el objeto central de la historia. Dos de sus
discípulos, Miguel Luis Amunátegui y Diego Barros Arana,
continuaron sus ideas por el resto del siglo, y aun más allá,
Bello también logró que la Universidad de Chile se
constituyera en un centro de investigación y
difusión histórica
crear un sentido de
identidad nacional a
través del cultivo de
una investigación
histórica imparcial
En los debates con Jacinto Chacón y José Victorino Lastarria,
Bello defendió una historia políticamente neutral y
fuertemente orientada hacia la investigación, y por eso
reaccionó muy fuertemente ante la idea de una disciplina que
sirviera propósitos políticos, por muy ilustrados que estos
fuesen
Bello criticó en particular el que la historia se utilizara
para justificar el quiebre con el pasado hispánico. Tal
pasado podía analizarse e incluso condenarse, pero no
sería historia sin el apoyo documental que los partidarios
de la “filosofía de la historia” consideraban como de
importancia secundaria
Domingo Amunátegui Solar, en un sugerente título publicado en
1939, anunciaba que “Don Andrés Bello enseña a los chilenos a
narrar la historia nacional”, significando con ello el triunfo del
caraqueño en el debate fundacional
lo que hizo Bello fue instalar una serie de procedimientos
de revisión, crítica e incentivos que, en su conjunto,
generaron una sucesión de obras de carácter histórico.
Sería quizás más adecuado llamar a este fenómeno una
“profesionalización” del campo histórico
Las formas de apropiación del pasado obedecían a diferentes
perspectivas sobre el presente y su proyección en el futuro.
Para Bello, el pasado tenía valor por sí mismo. Además, el
despertar y exacerbar las inquinas del pasado, que dividieron
a chilenos y americanos en la contienda civil que fue la
independencia, sólo lograría obstaculizar, y tal vez descarrilar,
la política de cambio gradual y moderado que Bello compartía
con el gobierno de Manuel Bulnes. Para Lastarria, la condena
del pasado colonial, pero sobre todo la denuncia de sus
legados en el presente, resultaba indispensable para abrir
nuevos espacios de libertad. Bello no excluía a la libertad del
orden, y Lastarria no pretendía una libertad sin orden, pero
ellos daban énfasis diferentes al uno sobre la otra. Así, la
historiografía a la que dieron impulso, por el resto del siglo,
buscó en el pasado las herramientas para propiciar el cambio,
con diferentes ritmos, en el proceso de evolución política del
país