El trabajo educativo en la educación preescolar. Las prácticas pedagógicas y las concepciones.
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Mind Map on El trabajo educativo en la educación preescolar. Las prácticas pedagógicas y las concepciones., created by Teresita Casillas on 12/05/2016.
El trabajo educativo en la educación
preescolar. Las prácticas pedagógicas y
las concepciones.
Estas prácticas servirán como fundamento para el
cumplimiento de normas en los niveles superiores.
Nos encontramos con prácticas cuyo origen difícilmente
podemos explicar. Son usos, costumbres y tradiciones que
pasan de generación a generación formando parte de la
tradición oral.
Una condición esencial que la buena organización
de las clases exige, es que el niño trabaje con
libertad e independencia, por una parte y que con
ella tenga los elementos materiales
indispensables que le permitan el cultivo del
sentido de responsabilidad.
Estas enseñanzas tienden a que los niños se
comporten según lo que se espera de ellos.
La caja de sorpresas: debe haber cada día una novedad en la
actividad diaria: un objeto raro, una flor bonita, una piedra poco
común o una fruta hermosa. Todo lo que pueda interesar a ese
perpetuo curioso que es el niño pequeño y que le obliga a dirigirse,
inmediatamente después del saludo de llegada a la mesa que lo
exhibe.
El mito: entre la realidad y la ficción
Los mitos sustentan, contienen y, al mismo tiempo, generan
determinadas creencias y prácticas docentes, que se
convierten en clásicos del Nivel Inicial.
Los mitos son creencias colectivas “de buena fe”, que
transcurren entre la realidad y la ficción. En la
realidad transcurren en cuanto expresan una verdad:
verdad “a medias”, pero verdad al fin, verdad vista
unilateralmente.
El mito de la niñez feliz
Cuando el alumno ingresa al profesorado y se indaga
acerca de la causa de su elección de la carrera, en
general, suele decir que le gustan los niños porque la
infancia es el periodo más feliz de la vida.
Con el mito de la niñez, según el momento histórico y el enfoque que prevalezca,
se asocian creencias tales como: - Todos los niños iguales - Los niños son
homogéneos social y culturalmente - Cuando existen dificultades de conducta o
de relación por parte de los niños, es que existe una situación traumática o
patológica.
El mito del método perfecto
Dicho método constituye una normativa estable, universal, eficaz para todos los niños, segura que
a los docentes no les genera angustia ni incertidumbre debido a que está en certezas. El método se
aplica de la misma manera en todos los contextos escolares, independientemente de los diversos
grupos de procedencia socio-cultural de los niños.
El mito de responder a las necesidades e intereses del grupo
Este mito resulta un postulado incuestionable, un clásico en el Nivel Inicial,
sin embargo encierra paradojas:
En la práctica cotidiana es posible observar con frecuencia que jardines de diversos barrios o zonas
trabajan las mismas unidades didácticas, en el mismo momento del año: ordenan la jornada escolar
con una distribución del tiempo similar. Si hay una adecuación (mal entendida) los niños pueden no
acercarse a la escritura en el jardín de niños; el periodo de adaptación es interminable, tendrán
escasas situaciones en las que comprometan el cuerpo e el movimiento.
El mito del hábito y las rutinas
El hábito es una conducta estereotipada, mecanizada que, una vez que se consolida, se realiza sin
intervención del plano de la conciencia. Esta situación de aprendizaje de un procedimiento por parte
de los niños esta generalmente asociada con la enseñanza de un conocimiento social, una pauta
cultural, un contenido escolar vinculado con la prevención y el cuidado de la salud.
El mito de la experiencia
La experiencia no es “clase dirigida” ni festejo. Es frecuente observar que los niños pueden actuar,
manipular, “bajo el paraguas” discusivo del docente y los niños responden a aparentes sugerencias
que no promueven una “ida y vuelta” o una actividad auto estructurante, resulta “como si” fuera una
experiencia, cuando en realidad es una clase dirigida.
El mito del autocontrol del grupo
Si el docente se queda impregnado de estas fórmulas mágicas, para que los niños se
calmen o se ordenen, esta situación resulta crítica. Es una imposición disfrazada, se
asimila a un rico mecánico. Corresponde al manejo o utilización del condicionamiento
de la conducta del otro, como sinónimos de autocontrol. El docente utiliza estímulos
que condicionan la expresión mecánica de ciertas respuestas de los niños, sin dar lugar
a la comprensión y a la reflexión sobre la necesidad individual y social de estas mismas
conductas.
El mito acerca de la maestra jardinera
La primera representación de la maestra jardinera es como segunda madre; la comparto con
generalidad de las docentes, pero es reforzada a que “atiende a los más chiquitos”. La figura de la
maestra jardinera se integra a la evocación mencionada, una imagen social-cultural de una persona
joven, linda, alegre, dulce y feliz. El séptimo mito reconduce al primero: una jardinera feliz para una
niñez feliz. Las cualidades que se adscriben al rol son sumamente dignas. El problema no reside en
la existencia de esas cualidades: se manifiesta en que la docente sienta la presión desde el mandato-
modelo, y efectué una identificación que la obligue y presione a “actuar el rol” o a “sobreactuar el
rol”.