Participación de la comunidad
en la educación inclusiva
El proceso de inclusión no se reduce, únicamente, al ámbito escolar sino que tenemos que acercarnos
también a la comunidad, trabajar con ella y tener en cuenta sus características, necesidades,
particularidades, rasgos, cualidades, etc., es decir, sus valores y su cultura. La escuela no puede vivir de
espaldas a la comunidad, al contexto social y cultural en el que está inmersa y, a su vez, este ámbito no
puede ignorar a la escuela porque ambos se influyen y se necesitan. La comunidad social, por tanto,
debe ser un punto de referencia y apoyo en la puesta en marcha de la escuela inclusiva.
CONCEPTO DE PARTICIPACIÓN Y COMUNIDAD
La inclusión no es sólo el aprendizaje y la participación de todos los alumnos sino el proceso por el que
pasan los centros escolares y las relaciones que éstos mantienen con la comunidad en la que se
desenvuelve y desarrolla cada alumno. Considera clave para la construcción de una sociedad inclusiva
que los centros educativos promuevan la Educación Inclusiva. La inclusión implica un proceso de una
“mayor participación de los alumnos en las escuelas y una reducción de su exclusión de los currículos
escolares, las culturas y las comunidades” (Ainscow, 1999, p. 7).
Estar incluido supone participar tanto en la comunidad social como en el contexto educativo (Parrilla,
2007). Por ello la inclusión es un paso más en relación con la integración escolar. Durante estos años
han existido alumnos integrados pero no incluidos, porque faltaba un aspecto fundamental: su
participación activa en el contexto escolar.
EDUCACIÓN Y PARTICIPACIÓN
La educación es un derecho universal que constituye un elemento fundamental de integración social
para toda la persona. Todo niño tiene derecho a pertenecer a una comunidad y compartir con sus
miembros las distintas experiencias de la vida cotidiana. Teniendo en cuenta lo expuesto podemos
afirmar que la inclusión hace efectivo el derecho a la educación para todas las personas, sin
discriminación porque plantea una escuela para todos sin barreras, con la participación de todos, con
un currículum individualizado, etc., garantizando el desarrollo de cada alumno y con la finalidad de
alcanzar una escuela de calidad
PARTICIPACIÓN DE LOS MIEMBROS DE LA COMUNIDAD EN LA ESCUELA
En este iniciado siglo XXI, los centros educativos tienen el reto de incluir a todos los alumnos, con o sin
necesidades educativas especiales con el objetivo de aumentar y mejorar sus oportunidades de
interacción e integración social. Para lograr este objetivo la filosofía de la Educación Inclusiva defiende
la participación de cada alumno independientemente de sus necesidades y particularidades. La
inclusión supone la participación activa de los alumnos tanto a nivel académico como social,
reduciendo los procesos de exclusión y eliminando las barreras. Esta participación no se dará si no se
cumplen los principios y los valores del proceso de inclusión
- La educación basada en los resultados; - La educación intercultural; - La teoría de las inteligencias
múltiples; - El aprendizaje constructivista; - El currículum común y diverso; - Enseñanzas prácticas
adaptadas; - La mejor evaluación-valoración sobre la actuación del alumno; - La agrupación multiedad
y flexible; - El uso de la tecnología en el aula; - Enseñando responsabilidad y a establecer la paz; -
Comunidad educativa: incluye a padres, profesores y otros miembros de la comunidad educativa y
especialmente a los alumnos.
Participación de las familias
Todos los padres, en general, desean para sus hijos una formación que les permita participar en los
diferentes ámbitos de la sociedad y saben que eso no se logra a través de una educación segregada y/o
un currículo diferente, sino por medio de una escuela en la que todos tengan la oportunidad de
alcanzar un amplio desarrollo educativo, social y emocional y donde se promueva la justicia, la equidad
y el éxito para todos. Cuando la familia y los miembros de la comunidad se involucran en los centros
educativos, los alumnos obtienen mejores resultados. Por tanto, la escuela debe compartir la
responsabilidad de todos los alumnos, y facilitar la colaboración entre familias, docentes y alumnos así
como la participación de la comunidad
• Creando redes con la comunidad. • Ofreciendo una información real y útil. • A través de un
compromiso individual y grupal. • Desarrollando la confianza. • Estableciendo buenas relaciones. •
Comprendiendo la cultura, la realidad socioeconómica y cualquier factor influyendo en la participación
de la familia y la comunidad. • Estableciendo relaciones positivas y proyectos de colaboración e
intercambio con otras escuelas de la comunidad.
Participación de los profesores
El equipo docente, y no cada profesor, deberá compartir la responsabilidad de la enseñanza impartida
a los niños con necesidades educativas especiales. Los profesores deberán invitar a padres y
voluntarios a participar de forma activa en la labor de la escuela.
Farell y otros (2007), y Ainscow y West, (2008) señalan que el éxito de la inclusión está ligado al
contexto, a los cambios que se pueden producir en el mismo (profesorado, currículo, tipo de
alumnado, problemas familiares, sociales …).