Control psicologia junio

S. Freud: Esquema del psicoanálisis.

El aparato psíquico:La Psique se compone por dos términos: Como órgano (encéfalo) y por nuestras acciones conscientes. Hay dos supuestos que se articulan con los dos precursores de la psique (órgano - acción). El primero de ellos es la localización. EL SEGUNDO AÚN NO SE DICE. YO: está conformado bajo el mundo exterior real-objetivo que nos circunda. El yo es una parte que recibe estímulos, y que media entre nosotros y el mundo exterior.El Yo se auto conserva a través de la almacenación de los estímulos -> guardandolos en la memoria -> Adaptándose -> Aprendiendo a alterar el mundo externo para su ventaja y hacia adentro ganando terreno sobre las exigencias pulsionales.El yo condiciona su actividad por las "tensiones" (?) de los estímulos registradas en él. Si el yo se eleva es porque hay displacer, si desciende es porque hay displacer. El yo aspira al placer, quiere evitar el displacer. El Superyó se puede comprender como una formación inserto dentro del yo, la cual se prolonga a lo largo del tiempo. En la medida que el superyó se separa o contrapone a él, es un tercer poder que el yo se ve precisado a tomar en cuenta. Una acción correcta del yo es correcta cuando cumple al mismo tiempo los requerimientos del ello, del superyó y de la realidad objetiva. Doctrina de las pulsiones: La tarea del yo es de mantener con vida a la persona -> satisfacer necesidades congénitas. La tarea del superyó es limitar sus funciones. las pulsiones a las fuerzas que suponemos tras las tensiones de necesidad del ello. Las pulsiones representan los requerimientos que hace el cuerpo a la vida anímica. Hay un número indeterminado de pulsiones.Debido a la multiplicidad de pulsiones, hay dos de ellas que son consideradas como básicas: Eros y pulsión de destrucción. La función de los eros es producir unidades cada vez más grandes, una ligazón. Por el contrario, la pulsión de destrucción es de disolver nexos y así destruir las cosas del mundo. Su meta principal es el traspaso de lo vivo a lo orgánico.En las funciones biológicas, las dos pulsiones básicas producen efectos una contra la otra o se combinan entre sí. La energía de los Eros está presente en el yo - ello. En primer lugar se encuentra el Ello, posterior a este se encuentra el yo y finalmente está el superyó. ello -> yo -> superyó. El eros (líbido) está básicamente insertado dentro del yo, por lo tanto, es muy difícil encontrarlo en el superyó o el ello. A este estado se le denomina narcisismo primario, éste dura hasta que el yo embiste con líbido a las representaciones de los objetos. Pasando desde un libido narcisista a un libido de objeto. El libido tiene fuentes somáticas y afluye al yo desde diversos órganos y partes del cuerpo. Como por ejemplo con la excitación sexual en los lugares denominados zonas erógenas. El libido se adquiere por el estudio de la función sexual. La cual se superpone con el eros. El desarrollo de la función sexual: El afán sexual emergería durante la pubertad. No obstante, hay varios hechos predecesores, que de cierta manera puedes desacreditar el punto anterior, por ejemplo, el gusto por los del mismo sexo, la atracción de los más pequeños por sus genitales y la excitación de estos.El psicoanálisis contradijo todos las teorías presentadas por la sexualidad clásica. Postulados: La vida sexual comienza desde el nacimiento. Diferenciar sexual con lo genital. El primer término es el más profundo, por lo tanto, hay actividades claras que se deben diferenciar entre ambas. La vida sexual obtiene su placer a travé del placer de las zonas del cuerpo A temprana edad un niño demuestra de actividades sexual los cuales con el tiempo provocan fenómenos psíquicos como por ejemplo, los celos. Ésta actividad sexual se incrementa con el lapso del tiempo, hasta que el niño llega a los 5 años. Los 5 años son la cúspide de la actividad corporal, por lo tanto, posterior a esto ocurre un proceso denominado de latencia en donde el sujeto desaprende la actividad corporal, hasta la pubertad, donde nuevamente hay un realzamiento de los impulsos sexuales. El primer órgano que se expresa como zona erógena es la boca, éste órgano se ve como una zona erógena desde el nacimiento. Principalmente por el impulso a la alimentación, por lo tanto, aspira al placer. Este acontecimiento se denomina Fase oral. Posteriormente con el crecimiento de los dientes se producen impulsos sádicos, a esto Freud lo denomina como 2° Fase: sádico anal. En esta fase el placer está dado por la agresión y la función excretora. Posterior a esta, se encuentra la 3° Fase: fálico. en esta última fase se encuentra la actividad sexual plasmada, no obstante, los genitales de la mujer son olvidados, es decir, sólo se concentra en el pene. Por otro lado, la vagina pasa a ser olvidada. Continuando con la 3° fase, la infancia llega a su punto clímax y posterior a esto se sepulta, sin embargo, en este punto hay una división entre los hombres y las mujeres. En el hombre se produce una Fase edípica en donde hay una interacción con el pene. Y por el contrario, en la mujer hay un extrañamiento de la vida sexual.No obstante, estas tres fases no se relevan, es decir, no están de una forma jerarquizada. Estas fases se superponen y por lo tanto, coexisten.Hay una 4° fase: genital -se llega a ella sólo cuando se alcanza la pubertad- en donde hay una organización plena de las siguientes tres fases: Conservan investiduras libidinales tempranas. Otras libidinales son acogidas dentro de la función sexual como unos actos preparatorios, lo que produce el placer previo. Otras aspiraciones son excluidas de la organización y son por completamente reprimidas o se aplican de distinta manera en el yo. En algunos casos es posible que algunas fases sean inhibidas lo cual provoca perturbación dentro de la vida sexual, a lo que se le denomina perversión (diferencia con la vida sexual normal)

S. Freud: El sentido de los síntomas

Los síntomas neuróticos padecen de un sentido en las personas.Un ejemplo de esto, sería la neurosis.La psiquiatría clásica trata la neurosis como que los síntomas (de la enfermedad) son degenerados. El psicoanálisis puede eliminar los extraños síntomas obsesivos. El sentido del un síntoma reside en un vínculo con el vivenciar del enfermo. Si los síntomas individuales dependen de manera innegable del vivenciar del enfermo, para los síntomas típicos queda la posibilidad de que se remonten a un vivenciar típico en sí mismo, común a todos los hombres.