Los principios originarios
constituyen la base fundamental.
La DSI se basa en u principio fundamental
que es la dignidad de la persona.
Principios
Teológico: Dios creador
constituye el principio originario
supremo y providente.
Cristológico: Jesucristo constituye el
rostro humano de Dios, la acción
savífica y liberadora.
Antropológico: Toda acción social debe
poner el centro a los seres humanos.
Derecho natural: Conjunto de
normas que consideran el origen
divino, el orden de la naturaleza.
Principios
añadidos
La solidaridad: Determinación
firme por construir el bien común.
El bien común: Pertenecen a todos
los miembros de la sociedad tanto
los bienes comunes creados por Dios
como los bienes de la humanidad.
La subsidiariedad: Los que pertenecen a una
sociedad alta están obligados moralmente ayudar
a los de un nivel inferior, por el bien común.
La participación: Todo ciudadano puede
formar parte en los ámbitos
culturales, económico, político o social.
El destino universal de los bienes:
El bienestar de las personas.
La caridad: El amor es la
fuente donde nacen los valores.
Para orientar a la sociedad en cada tiempo y
contexto, la DSI formula unos principios básicos
que se apoyan en las enseñanzas sociales de los
Evangelios.
EL BIEN COMÚN
Todas las acciones de la igesia respetan este
principio y su objetivo es promover el bien común.
¿Cómo se puede desarrollar el bien
común?
Se da en donde se respeta los
derecho de la persona y su libertad.
¿Cómo se construye la justicia en
una sociedad?
Se construye allí donde se respeta
la dignidad inviolable de cada ser.
¿Qué puede aportar el individuo
al bien común?
Trabajar por el bien común significa asumir
responsabilidades en favor de los demás.
Para la DSI la dignidad de la persona constituye el
fundamento principal sobre el que es posible
construir una convivencia justa.