Respeto entre los compañeros de trabajo,
alumnos y a las normas que rigen la vida
de la Institución.
Responsabilidad para cumplir en tiempo
y forma las obligaciones propias del
trabajo y/o las tareas asignadas.
Solidaridad, como actitud que implica
interdependencia y reciprocidad traducida
en cooperación y ayuda mutua.
Honestidad para regir las propias acciones y
actitudes con apego a la verdad y al decoro.
Tolerancia a la diversidad de
pensamiento y actuación de los
demás.
Lealtad, entendida como sentimiento
personal desinteresado que se otorga a
los demás con generosidad, sin egoísmo
ni engaños, siendo fiel e incapaz de
ofender de hecho y de palabra.
Justicia que implica dar a cada
cual lo que le corresponde.
Libertad, comprendida como un derecho que
permite emprender o no cualquier acción, en el
marco de las normas establecidas.
Identidad, materializada al coincidir los miembros
de la comunidad universitaria con los objetivos de
la Institución, de tal forma que se identifique con
ella y se sienta parte importante de la misma.
Compromiso, entendido como la convicción que
obliga a contribuir y cumplir las acciones
emprendidas por la Institución.
Formar profesionales de la educación capaces de
asumir el hecho educativo con una concepción
renovadora de lo que debe ser la enseñanza y el
aprendizaje.
Este cometido se inspira de manera permanente en
los valores propios de la democracia, en los que
fortalecen la nacionalidad y la promoción de ―la
mejor convivencia humana‖.