Percepción de un ESTIMULO a
través de los SENTIDOS.
Ej: Callejón oscuro y solo o un ruido muy
fuerte inesperado.
La información recibida a través
de los sentidos llega al cerebro
mediante dos vías:
Vía principal: Tálamo -
Corteza - Amígdala
Tarda más en procesar los estímulos ya que son
percibidos a un nivel superior y está involucrada en el
aprendizaje.
Ej: Cuando algún objeto eléctrico nos da una descarga
eléctrica al tocarlo, en otra situación, nos dará miedo
tocar el artefacto eléctrico por la experiencia vivida.
Vía secundaria: Tálamo -
Amígdala
Es más directa pero menos precisa, lo que nos permite
comenzar a responder al estímulo potencialmente peligroso
antes de que sepamos exactamente cual es el estímulo.
Ej: Si en esta situación, se nos aparece una persona
inesperadamente reaccionamos gritando o corriendo y no nos
damos cuenta de que podría ser alguien conocido.
Toda la información que entra a través de los
sentidos pasa por la AMÍGDALA, y ésta detecta
cualquier señal de peligro.
La Amígdala analiza el ambiente de
forma continua en busca de estímulos
que predigan el peligro
Luego, de esto se envía una respuesta que permite la
activación del sistema nervioso autónomo (no
consciente) y la respuesta hormonal (endocrina)
La activación del sistema nervioso
autónomo estimula la liberación de
catecolaminas.
El aumento de las concentraciones
sanguíneas de catecolaminas (adrenalina y
noradrenalina) nos preparan para luchar o
huir.
Con este fin, el aporte sanguíneo es desviado
hacia los músculos desde las partes no
esenciales, como la piel o el intestino.
El corazón late con más fuerza y la
respiración se vuelve más profunda y
rápida.
Se interrumpe la digestión y la
secreción de fluidos.
La vejiga y el intestino se
vacían y los sentidos se
agudizan (pupilas dilatadas).
La respuesta hormonal, precede de la
activación del eje corticotropo
(hipotálamo-hipófisis-suprarrenal).
Con esto, la liberación de neurotransmisores
estimula a nivel hipotalámico la producción y
liberación de la hormona liberadora de
corticotropina (CRH).
Cuando la CRH alcanza la hipófisis estimula
rápidamente la liberación de la hormona
adrenocorticotropa (ACTH).
La ACTH a nivel de las glándulas suprarrenales (localizadas
encima de los riñones) produce un aumento en la
producción y liberación de cortisol.
Y a su ves, el cortisol facilita la respuesta
comportamental y potencia los efectos de las
catecolaminas.