consiste en la obtención de imágenes
mediante una cámara oscura, de forma
similar a la Fotografía química. Sin
embargo, así como en esta última las
imágenes quedan grabadas sobre una
película fotosensible y se revelan
posteriormente mediante un proceso
químico,
en la fotografía digital las imágenes
son capturadas por un sensor
electrónico que dispone de
múltiples unidades fotosensibles,
las cuales aprovechan el efecto
fotoeléctrico para convertir la luz
en una señal eléctrica, la cual es
digitalizada
La ventaja de este sistema
respecto a la fotografía
química es que permite
disponer de las imágenes
grabadas al instante, sin
necesidad de llevar la película
al laboratorio y revelar los
negativos para poder ver las
imágenes
Las cámaras digitales
profesionales tienen la opción
de personalizar diferentes
tipos de usuario, permitiendo
ajustar características
importantes de la imagen
como la saturación, el
contraste, la nitidez y el tono
de color.
El costo por fotografía impresa -en
comparación con el sistema
químico- es menor; esto
considerando que se pueden
realizar múltiples tomas, y elegir
para la impresión solamente
fotografías deseadas.
En el 2010, ya son millones de usuarios
los que comparten sus imágenes a través
de las redes sociales como Facebook y
otros sitios web especializados como
Flickr o Picasa, que permiten almacenar,
ordenar, buscar y compartir fotografías
en línea.