Internet de las cosas (en inglés, Internet of things, abreviado IoT) es un concepto que se refiere a
la interconexión digital de objetos cotidianos con internet. Alternativamente, Internet de las cosas
es el punto en el tiempo en el que se conectarían a internet más “cosas u objetos” que personas.
También suele referirse como el internet de todas las cosas o internet en las cosas. Si los objetos de
la vida cotidiana tuvieran incorporadas etiquetas de radio, podrían ser identificados y gestionados
por otros equipos, de la misma manera que si lo fuesen por seres humanos.
Ventajas
El Internet de las cosas potencia objetos que
antiguamente se conectaban mediante circuito
cerrado, como comunicadores, cámaras,
sensores, y demás, y les permite comunicarse
globalmente mediante el uso de la red de redes.
Desventajas
Toda esa información quizá no sea todo lo buena que esperamos, al igual
que tendremos muchísima información buena, también tendremos más
información mala que podría afectar especialmente a los menores de
edad. Nuestra dependencia en un mundo donde todo esté conectado va a
ser brutal, perderemos probablemente gran parte de nuestras buenas
costumbres, seremos quizás más vagos a la hora de realizar ciertas tareas
y nuestra intimidad puede verse realmente afectada. El día que se nos
corte internet quizá suframos de un ataque al corazón. La piratería es
otro tema clave que seguramente se disparará y también el spam, el
phising, los virus, malware…etc.
Hoy, sólo el 1% de los objetos del mundo está conectado. Básicamente la hiperconexión consiste en que
cada dispositivo que exista a nuestro alrededor vaya dotado de una dirección de internet, y por tanto,
capacidad para comunicarse con otros objetos, y de tener relación, es decir, internet saldrá del carril de la
informática y colonizará cualquier cosa que se nos ocurra.
es en el sector privado donde el Internet de las Cosas se está haciendo cada vez más popular.
La industria de producción en masa: la maquinaria que se encarga de controlar los procesos de
fabricación, robots ensambladores, sensores de temperatura, control de producción, todo está
conectado al Internet en cada vez más empresas lo que permite centralizar el control de la
infraestructura.
Control de infraestructura urbana: control de semáforos, puentes, vías de tren, cámaras urbanas.
Cada vez más ciudades implementan este tipo de infraestructuras basadas en el Internet de las Cosas
que permiten monitorear el correcto funcionamiento de sus estructuras además de adaptar más
flexiblemente su funcionamiento ante nuevos eventos.
Control ambiental: una de las áreas en las que está teniendo más éxito el Internet de las cosas, pues
permite acceder desde prácticamente cualquier parte a información de sensores atmosféricos,
meteorológicos, y sísmicos.
Sector salud: cada vez más clínicas y hospitales alrededor del mundo confían en sistemas que les
permiten al personal de salud monitorear activamente a los pacientes de manera ambulatoria y no
invasiva.