La implantación de
“cultura” de marketing
en el centro.
Necesidad de una
mayor implicación del
centro con las familias.
Diferenciación de la
oferta que
ofrecemos, ¿qué nos
hace distintos del
centro de al lado?
¿por qué me van a
elegir a mi?.
Observar y tener muy
controlada a la competencia,
¿qué hacen, cómo lo
comunican?...
Mejorar los procesos comerciales y formar a todos
los grupos del centro implicados, desde recepción,
hasta el personal de limplieza, los profesores,
dirección, etc… Todo en nuestro centro comunica y
va a ser tenido en cuenta en el proceso de compra
de las familias.
Comunicación efectiva y en
tiempo real. Las nuevas
tecnologías pueden ser un
buen aliado en este
sentido.
Búsqueda de un posicionamiento claro
y efectivo. Encontrar nuestro elemento
diferenciador y potenciarlo al máximo.
Si somos los mejores o los primeros en
algo, digámoslo de manera clara y
contundente.
Cambio de mentalidad: tenemos que
salir a buscar los clientes, éstos ya no
nos van a venir por sí solos. Esto
supone la integración de la función
comercial y la de marketing en los
centros.
Búsqueda de acuerdos comerciales estratégicos, tanto
en horizontal como en vertical (Escuelas infantiles,
Ciclos Formativos, Universidades…).
Desarrollar estrategias de marketing
emocional, trabajar más las
experiencias y la participación para
conseguir que nuestra “marca” entre
en el corazón de nuestros clientes y
público objetivo.