MATERNIDAD SEGURA Las acciones de maternidad segura están dirigidas a garantizarle a la mujer un
proceso de gestación sano y las mejores condiciones para el recién nacido/a. Para ello, debe darse adecuada y
oportuna atención desde la etapa pre-concepcional y durante la gestación, el parto y el puerperio, manejar
de los riesgos asociados a la maternidad en la madre y el hija/o y brindar tratamiento a todas las
complicaciones que por factores biopsicosociales pueden surgir en este periodo.
Teniendo en cuenta que el porcentaje de partos atendidos institucionalmente es alto (94% de las mujeres
de zonas urbanas y 69.8% en las zonas rurales12), la disminución de la tasa de mortalidad materna
requiere, entre otros, mejorar sustancialmente la calidad de la atención del parto institucional y de los
controles prenatales, implementar mecanismos que permitan la captación temprana de las mujeres
gestantes, identificar y tratar los riesgos biológicos y psicosociales, e implementar mecanismos para
facilitar el acceso a los servicios de salud de las mujeres gestantes de las zonas rurales y de conflicto
armado, entre otros.
PLANIFICACIÓN FAMILIAR Las estrategias y acciones en cuanto a este tema tienen como propósito
proporcionar el acceso de toda la población a métodos diversos, seguros, asequibles, aceptables y
confiables para la planificación familiar mediante la consejería de calidad, el suministro oportuno del
método elegido y la garantía de seguimiento a la utilización del mismo mediante los controles
necesarios para la óptima utilización y adaptación a cada usuario/a.
Las diferencias más significativas entre la tasa de fecundidad observada y la deseada se presentan en las
zonas rurales, en las regiones Oriental y Pacífica, entre las mujeres con menores niveles de escolaridad y
entre las mujeres desplazadas. Estas cifras sugieren problemas en el acceso, la utilización, apropiación y
continuidad de los métodos de planificación familiar, y significan un costo elevado en términos de salud y
calidad de vida, en la medida en que los embarazos no planeados pueden convertirse en embarazos de
riesgo o favorecer prácticas de riesgo, especialmente el aborto inseguro.
SALUD SEXUAL Y REPRODUCTIVA DE LOS/LAS ADOLESCENTES La SSR de la población adolescente comprende
el ejercicio de una sexualidad libre, satisfactoria, responsable y sana, la prevención del embarazo precoz y la
prevención y atención de eventos relacionadas con la sexualidad y la reproducción.
Con la población adolescente es de particular importancia trabajar los estereotipos, prejuicios y valores
frente a la sexualidad, la reproducción y las relaciones de pareja y familiares, que perpetúan relaciones
desequilibradas entre los sexos y favorecen conductas de riesgo. Por otro lado, es evidente que la sola
divulgación de información no es suficiente para desarrollar competencias sociales orientadas hacia el
estímulo de las condiciones que garantizan la toma de decisiones y el ejercicio de una sexualidad sana,
libre, satisfactoria y responsable en esa etapa del ciclo vital.
CÁNCER DE CUELLO UTERINO Las acciones en este campo deben dirigirse a la promoción de factores
protectores y a la reducción de factores de riesgo, el fomento del autocuidado mediante la
realización de citología cervicovaginal (CCV) desde el inicio de la vida sexual, la detección temprana
de este tipo de cáncer en servicios de salud mediante CCV en condiciones de calidad, la continuidad
en el proceso de diagnóstico y tratamiento y el estricto seguimiento al mismo.
es necesario sensibilizar a las mujeres, incluyendo a las adolescentes, sobre la importancia del autocuidado
y de la realización de citologías periódicas, así como diseñar mecanismos que permitan aprovechar otros
momentos de contacto del sistema de salud con las usuarias y que permitan ampliar la cobertura del
SGSSS para facilitar el acceso al diagnóstico y tratamiento. En las zonas de difícil acceso, bien sea por
condiciones geográficas o por causa del conflicto armado, es importante diseñar estrategias que faciliten el
acceso de las mujeres a los exámenes de diagnóstico.
ITS Y VIH - SIDA El trabajo en este campo comprende acciones dirigidas no sólo a las poblaciones
vulnerables sino a toda la población en su conjunto, relacionadas con la promoción de factores
protectores y prevención de riesgos, el acceso de la población a la detección y el tratamiento
adecuado de las Infecciones de Transmisión Sexual ITS, del VIH-SIDA y el fortalecimiento de las
acciones de vigilancia en salud pública.
la prevención de ITS y VIH exige la continuidad y calidad de los controles prenatales y el acceso a las
pruebas de diagnóstico de personas distintas a las tradicionalmente consideradas en riesgo de adquirir
alguna de estas enfermedades, incluyendo a las mujeres embarazadas.
VIOLENCIA DOMÉSTICA Y SEXUAL El sistema de salud debe garantizar la atención integral a las
víctimas de violencia doméstica y sexual, con sistemas adecuados de asesoría y referencia. Así
mismo, se deben implementar mecanismos de vigilancia en salud pública de la violencia doméstica y
sexual (SIVIF), que permitan tener información estadística completa y confiable que sirva para
orientar las acciones del Estado, incluyendo la identificación de estrategias de prevención y
detección temprana y la promoción de los factores protectores contra la violencia doméstica y
sexual.
Desde el punto de vista de la salud pública, numerosos estudios demuestran que la violencia doméstica y
sexual está íntimamente relacionada con problemas de SSR tales como alteraciones ginecológicas, aborto
inseguro, complicaciones del embarazo, aborto espontáneo, parto prematuro, bajo peso al nacer y
enfermedad pélvica, sin contar los costos para el sistema de salud directamente producidos por las
atención de las lesiones y los costos laborales y económicos para la persona lesionada y para la sociedad.
Por otra parte, quienes viven una relación abusiva frecuentemente tienen dificultades para rechazar las
relaciones sexuales que no desean, para negociar el uso del condón o para utilizar otros métodos
anticonceptivos y, por lo tanto, están en riesgo de embarazos no planeados y de adquirir infecciones de
transmisión sexual, incluido el VIH/SIDA.