1.- Establecimiento del análisis de peligro: En
palabras simples, es analizar nuestros
procesos y ver en cual o durante cual existe un
posible peligro de contaminación. Cuando esto
se identifica, se establecen las medidas
preventivas para evitarlo.
2.- Identificar los puntos críticos de control del proceso PPC:
Cuando se saben todos los posibles peligros en el análisis anterior,
se establecen los puntos críticos (las instancias o situaciones
donde el peligro es mayor) en los cuales debe haber control
constante para lograr una optima seguridad alimentaria. Esto es
para eliminarlo o reducirlo hasta niveles aceptables.
3.- Establecer los límites críticos: Para cada punto crítico, se
establecen los limites que regulan si esta bueno o esta
malo; si se acepta o se rechaza. Para eso se establecen
parámetros de medición como temperatura o un simple
análisis sensorial (gusto, aroma, tacto) que permitirán
tomar una decisión.
4.- Establecer un sistema de vigilancia o monitoreo de los
PPC: La idea es que todo proceso para evitar contaminación y
mantener inocuidad debe ser constantemente vigilados por
personal calificado cuya única tarea sea la constante
supervisión y corrección.
5.- Establecer las acciones correctivas: Es la simple
decisión que se toma para aprobar o desaprobar algún
producto. Si algo no cumple las normas antes
establecidas de cada límite de control, se deberá
descartar el resultado.
6.- Establecer un sistema de verificación: Esta es una
manera de asegurarnos por parte de externos que
nuestros resultados y nuestros procesos
alimenticios sean higiénicos e inocuos.
7.- Crear un sistema de documentación o registro: Es algo importante
a aplicar en cada principio. Se llevará por escrito cada acción, control y
decisión de límites críticos lo que permitirá un orden en los procesos
administrativos para garantizar una constante mejora en cada uno de
las producciones y supervisiones. En el fondo, si no está escrito no
existe.