Tema 4. Cómo pensar en alternativas
y consecuencias.
Frecuentemente, tomamos decisiones con la primera idea que nos viene a la mente, sin
considerar el impacto que tiene sobre las metas que nos hemos planteado a nivel personal o
profesional. No consideramos los recursos que debemos invertir, independientemente si la
alternativa elegida es la única posible o la más adecuada en cuanto a tiempo, costo, beneficios, etc.
Posibles alternativas de solución: Capacitar a los empleados acerca de lo que es un servicio de
calidad. Cambiar el paradigma en México de que somos percibidos como personas muy serviciales.
Implementar una norma de calidad para cada tipo de servicio. Posibles consecuencias: Seguir en el
último lugar de la tabla, perder turistas y, como consecuencia, bajar puntos porcentuales en este
rubro. Se pone en riesgo el capital de los inversionistas. Acostumbrarnos al mal servicio, y seguir
empeorando. Los errores más comunes que debemos evitar: Considerar la primera alternativa como
la solución más viable: posiblemente no se cumplan mis expectativas. Pensar solo en consecuencias
a corto plazo: querer hacer adecuaciones y que el tiempo no lo permita. Pensar solo en
consecuencias negativas: reducir el número de posibilidades.
Al pensar en alternativas y consecuencias se sugiere te plantees las siguientes acciones: Voy a
pensar en todas las posibilidades de acción: agotar todas las acciones que podría ejecutar (positivas y
negativas). Voy a pensar a corto, mediano y largo plazo: visualizar escenarios al menos a 1, 5 y 10
años. Voy a pensar en las implicaciones que tienen mis actos: impacto de mis acciones sobre mí y
otras person
Principios fundamentales Flexibilidad: pensar en alternativas permite ser más flexible y abierto
mentalmente. Movilidad: pensar en consecuencias permite visualizarme en diferentes tiempos.
Pensar en alternativas implica promover la búsqueda de todas las posibles soluciones a un
problema a través del planteamiento de diferentes escenarios. Pensar en alternativas ayuda a
considerar todas las posibilidades para lograr mis metas. Pensar en consecuencias ayuda a visualizar
escenarios positivos y negativos, así como contener la impulsividad en la toma de decisiones
personales, académicas o profesionales.
Pensar en alternativas me ayuda a abrir mi mente, expandir el pensamiento, ser más creativo. Abrir
mi mente: eliminar filtros mentales. Ejemplo: Considerar solo mi entorno. Expandir el pensamiento:
hacer un esfuerzo para pensar más allá de lo conocido. Ejemplo: Investigar y comparar otras
culturas. Ser más creativo: intentar romper paradigmas. Ejemplo: Puedo llegar a ser un gran artista,
y al mismo tiempo ser un gran médico.
Pensar en consecuencias implica visualizar todas las posibles consecuencias, positivas o negativas,
de nuestras acciones en corto, mediano y largo plazo, a través del planteamiento de diferentes
escenarios. Evita tomar decisiones impulsivas y analizar con detenimiento un problema, esto
promueve la visión a futuro de todas las implicaciones positivas o negativas de tus actos.
Pensar en consecuencias me ayuda a controlar mi impulsividad, visualizar el impacto de mis actos
en el futuro, intervenir en la toma de decisiones, considerar en perspectiva aspectos positivos y
negativos de una situación o problema. Controlar mi impulsividad: invertir tiempo para pensar en
las posibles consecuencias me permite madurar una idea, por ejemplo: Hoy no voy a ir a clases.
Visualizar el impacto de mis actos en el futuro: tomar acciones sin evaluar las consecuencias, por
ejemplo: Manejar grandes distancias sin descansar. Implicaciones en la toma de decisiones:
situaciones en las que no me gustaría estar involucrado, por ejemplo: Voy a tomar el dinero de la
colegiatura para irme de fiesta. Considerar en perspectiva aspectos positivos y negativos de una
situación o problema: Ponerme en el lugar de otras personas, por ejemplo: Voy a llamar a casa de
mis amigos para avisar a sus familiares que están detenidos en la delegación.