Lazos de parentesco maduros y arreglos para el alojamiento
La familia adulta: roles y relaciones cambiantes
Los adultos jóvenes requieren establecer su
propia identidad y una relación madura con
sus padres; esta necesidad precisa nuevas
actitudes y comportamientos por parte de
ambas generaciones.
El contacto entre los hijos adultos medios y los padres
ancianos (en especial hijas y madres) sigue siendo alto, y
la ayuda mutua continúa. Los padres pueden reanudar
un rol paterno activo para un hijo que necesita ayuda
especial.
Las relaciones fraternales son las más
duraderas en la vida de la mayoría de las
personas. El contacto con los hermanos a lo
largo de la vida sigue un patrón con forma de
reloj de arena, los hermanos en la adultez
media con frecuencia renuevan o fortalecen los
lazos después de que sus hijos dejan el hogar.
Abuelos y bisabuelos
Las mujeres tienden a hallarse más cerca de sus nietos que los
hombres, pero los varones pueden ser más afectuosos con sus
nietos de lo que fueron con sus hijos.
Los abuelos afroamericanos tienden a estar más
involucrados en las vidas de sus nietos, y se
perciben como abuelos más exitosos, en general,
que los abuelos blancos.
El papel del bisabuelo es menos claro
e involucrado que el de los abuelos,
pero la mayoría de los bisabuelos lo
encuentran emocionalmente
satisfactorio.
Un creciente número de niños son criados por
abuelos y bisabuelos. Este rol no planeado puede
crear tensiones físicas, emocionales y financieras.
Arreglos de alojamiento, servicios de cuidado y apoyo comunitario
Recientemente, más adultos jóvenes regresan a vivir a la casa paterna por
razones como necesidad financiera y divorcio.
La mayoría de los ancianos quieren vivir, y viven, en la
comunidad, no en asilos; y solos o con un cónyuge, no con hijos
adultos.
Alternativas para ancianos que pueden vivir de manera semiindependiente;
alojamiento asistido, comunidades de retiro, alojamiento compartido, hogares
grupales, alojamiento accesorio, alojamiento congregado y comunidades de
atención continua o cuidado a la vida.
Cuando los ancianos viven con hijos adultos, el éxito del arreglo
depende de su relación y habilidad para comunicarse.