Tocar un instrumento se establecen conexiones neuronales que mejoran también otros aspectos de la
comunicación humana. De ahí que los niños con formación musical tengan un mejor vocabulario y capacidad
de lectura. También explica por qué los músicos son capaces de escuchar mejor una conversación cuando
hay ruido de fondo que el común de los mortales.
¿Música de fondo?
Escuchar música mientras desarrollamos una tarea cognitiva -como estudiar o redactar un informe- reduce el
rendimiento, según un artículo publicado hace poco en Applied Cognitive Psychology. Lo mejor en estos
casos, dicen sus autores, es el silencio.
¿Ritmo para hacer deporte?
Científicos de la Universidad de Brunel demostraron en 2008 que escuchar cierto tipo de música,
fundamentalmente de los géneros rock y pop, podemos aumentar nuestra resistencia al ejercicio físico
intenso hasta un 15%. El estudio fue publicado en la revista Journal of Sport & Exercise Psychology.
La música, por la izquierda.
El oído derecho recoge mejor los sonidos del habla, mientras que el izquierdo, responde mejor a la música.
"Incluso al nacer, el oído está estructurado para distinguir entre los diferentes tipos de sonidos y enviarlo al
lugar correcto en el cerebro"
Música y alcohol
Cuanto más alto es el volumen de la música más rápido se consume la bebida
Buena para la circulación.
Escuchar música puede beneficiar al sistema cardiovascular tanto como hacer ejercicio o tomar ciertos
medicamentos. Concretamente, analizando la respuesta de los vasos sanguíneos con ultrasonidos mientras
escuchamos música, Michael Miller y sus colegas comprobaron que el diámetro de los vasos, medido en la
parte alta del brazo, aumenta un 26% con nuestra música favorita.
Con los ojos cerrados.
Cerrar los ojos aumenta el efecto emocional que nos produce la músca. Concretamente la doctora Lerner
utilizó música de miedo del estilo de la empleada por Alfred Hitchcock en sus películas.Y comprobó así que la
actividad de la amígdala, una zona del cerebro vinculada a la sensación de miedo, aumentaba mucho más
con los ojos cerrados que si se mantenían abiertos.