Entre los indicadores que sugieren un alto dinamismo del mercado están: la importante incursión de la mujer en el mercado de trabajo en los últimos veinticinco años; los grandes flujos de personas entrando y saliendo de sus condiciones de empleados, desempleados e inactivos; el cambio en la composición relativa de la mano de obra según su nivel educativo, observándose una caída de la proporción de personas que tienen, a lo sumo, educación primaria, y un ascenso en la proporción de personas con más años de educación formal;