Created by Karen Santizo
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Es muy probable que la sociedad perciba este término asociado fuertemente con el concepto de “información” y de las nuevas tecnologías, el papel que desempeña de forma creciente en todas las actividades de un país Internet, el desarrollo de la telefonía celular y a la posibilidad de estudiar sin la presencia directa de un docente. Aquí un primer llamado de alerta, hay que tener cuidado, no se puede asociar este sorprendente proceso a la información entendida como la simple transferencia de muchos y mejores "datos", sino más bien se trata de asociar la Sociedad de la Información a la posibilidad de transferir conocimientos, sería más acertado pensar la sociedad de la información más como la “sociedad del conocimiento”.
De manera general entiendo por sociedad de la información, SI,
a una sociedad caracterizada por un modo de ser comunicacional
que atraviesa todas las actividades (industria, entretenimiento, educación,
organización, servicios, comercio, etc.). En este tipo de organización
social la información ocupa un lugar sustantivo y se convierte
en fuente de riqueza (Miège, 1998). Se produce un crecimiento rápido
de las tecnologías de información y comunicación, TIC, las que
repercuten en todos los sectores sociales. En efecto, a pesar de haber
grandes diferencias en el acceso a estas nuevas tecnologías entre las
naciones y entre los individuos, todos los países tienen al menos una
franja de su sociedad que las han integrado a sus actividades. Como
sabemos la mayoría de esos desarrollos tecnológicos (tanto su parte
dura, hardware, como en su parte blanda o lógica, software) se producen
en los países del primer mundo.
Lo que llamamos revolución de la información es de hecho una
revolución del conocimiento [...] es la reorganización del trabajo
tradicional basado en siglos de experiencia, mediante la aplicación
del conocimiento y en especial del análisis sistemático
y lógico. La clave no es la electrónica sino la ciencia cognitiva.
Eso significa que la clave para mantener el liderazgo en la economía
y en la tecnología que van a surgir estará en la posición
social que tengan los profesionales del conocimiento y la aceptación
social de sus valores. Para ellos ser considerados ‘empleados’
tradicionales sería equivalente al trato que en Inglaterra
(durante la revolución industrial) se dio a los tecnológos,
como si fueran comerciantes (Drucker, 1999, en Micheli, 2002).