“INTRODUCCIÓN A LA EVALUACIÓN EDUCATIVA”

Por: Lcda. Mònica Tello

INTRODUCCIÓN

La evaluación es un proceso esencial para el progreso humano. Las personas siempre evaluamos acciones y situaciones que vivimos para en consecuencia hacer correcciones. Esto ha sido inherente a nuestro desarrollo filogenético pues desde la antigüedad, el Hombre primitivo evaluaba su realidad para adoptar medidas que le proporcionaran un mejor bienestar. En el mundo civilizado actual se han sofisticado aún más los criterios por los cuales ejercemos la evaluación desde el momento mismo que despertamos en un nuevo día y deseamos comportarnos a la altura de determinados ideales.

En la ciencia se evalúa a partir de variables que permiten que la evaluación sea objetiva; de no existir dichas variables la evaluación sería arbitraria. En el proceso educativo la evaluación en sí misma deviene en herramienta para la mejora de dicho proceso.

DESARROLLO

Existen diversas definiciones para el proceso evaluativo dentro de la ciencia de la Educación. Arturo De la Orden planeta que “la evaluación es un proceso o conjunto de procesos para la obtención de información relevante en que apoyar un juicio de valor sobre un objeto, fenómeno, proceso o acontecimiento; como soporte a una eventual decisión sobre el mismo. En todo acto evaluativo se haya implícito el proceso de cerciorarse del valor de la realidad evaluada según su grado de adecuación o inadecuación a una estancia de referencia o criterio.” De tal forma la evaluación debe ser frecuente pero no continua, es decir, no debe ser una película sino fotos seriadas en la cual es imprescindible establecer criterios para llevar a la decisión de mejorar la realidad.

El Dr. Daniel Stufflebean considera la evaluación como “el proceso que busca identificar, obtener y proporcionar información útil y descriptiva acerca del valor y el mérito de las metas. La planificación, la realización y el impacto de un objeto determinado con el fin de servir de guía para la toma de decisiones, solucionar problemas de responsabilidad y promover la comprensión de los fenómenos implicados.” En esta definición aparecen tres aspectos esenciales en el proceso educativo: Evaluación – Decisión – Acción. Es importante destacar que la evaluación no solo debe hacerse al final del proceso educativo sino que el diagnóstico, constituye una evaluación necesaria como parte del mismo.

Otro experto en el tema, Clarence E. Beeby, considera que “la evaluación es la recogida sistemática e interpretación de evidencias que conduzca, como parte del proceso, a un juicio de valor con vistas a la acción.” En esta definición aparecen cuatro aspectos claves:

Sistemática: Debe definirse claramente la información que se precisa.

Interpretación: Los datos deben ser interpretados adecuadamente para darles el sentido que tienen.

Juicios de Valor: Es enjuiciar lo evaluado lo cual va más allá de la mera descripción.

Acción: No sirve de nada evaluar sino actuamos para corregir o mejorar el proceso. Esto conlleva a la toma de decisiones.

El fin de la Evaluación es conseguir la calidad educativa. Según Arturo De la Orden, calidad es un sistema de congruencias entre la funcionalidad, la eficacia y la eficiencia. Un sistema educativo es funcional cuando está orientado a lo que la sociedad necesita; es eficaz cuando logra lo que pretende y por ello hay que evaluar; y es eficiente cuando consigue resultados con el menor coste posible.

La evaluación debe seguir una metodología que permita obtener datos concretos de la realidad a evaluar, de cara a obtener las conclusiones más objetivas posibles. Estas conclusiones servirán para conocer más acerca de la realidad evaluada y, de ser posible, mejorarla.

Las funciones de la evaluación deben ser vistas desde una perspectiva externa e interna. La externa permite conocer el programa, demostrar la rentabilidad del programa al público, propagar programas eficaces, desarrollarlos y expandirlos, estructuras políticas educativas e informar a la comunidad educativa. Por su parte la perspectiva interna permite ver la efectividad del programa a través del feedback, constatar si el programa da soluciones, intervenir en función de la efectividad, conocer las limitaciones del programa y comprobar las mejoras de educación.

Los Tipos de Evaluación están determinados por cuándo, para qué y dónde se evalúa. Según cuándo se evalúa la evaluación puede ser formativa, es decir, evaluación del proceso para mejorar el diseño del programa o su ejecución didáctica; o puede ser sumativa, es decir, evaluación del resultado final y rendición de cuentas determinando el valor final del programa.

En dependencia de para qué se evalúa, existen diferentes perspectivas: retroactiva cuando evalúa los resultados del programa (Stufflebeam, 1972); proactiva cuando es para tomar decisiones sobre mantener, mejorar o cerrar el programa; formativa – proactiva para evaluar el proceso y tomar decisiones sobre modificaciones del programa; sumativa – retroactiva para determinar el valor final del programa mediante una evaluación global de rendición de cuentas; psicológica – sociopolítica para incrementar el grado de conciencia de determinadas actividades motivando actitudes de los evaluadores o promoviendo relaciones públicas y Administrativas para ejercer autoridad según lo que el jefe evalúa al subordinado, es decir, una persona desde una postura administrativa evalúa a otra persona con el fin de demostrar su autoridad. (Glassman y Nero, 1998)

Por último, desde dónde se evalúa, existen la evaluación interna, llevada a cabo por los propios creadores del programa y la externa, llevada a cabo por agentes externos del programa. La interna tiene como fortalezas mayor aceptación e influencia, pero como debilidades menos Objetividad y credibilidad social. Por la otra parte, la externa tiene como fortalezas la Objetividad y el coste pero tiene como debilidad la aceptación debido a la natural reactividad de los sujetos cuando son sometidos a críticas; lo cual puede traer como consecuencia menor impacto sobre el programa.

CONCLUSIONES

1. La evaluación es un procedimiento que recoge criterios que le otorguen objetividad y la posibilidad de llevar a cabo las correcciones necesarias.

2. La evaluación debe hacerse frecuentemente pero no continua, y no debe y no se la debe hacer al final del proceso si no desde el diagnostico.

3. El fin de la Evaluación es conseguir la calidad educativa, es decir, ser un sistema de congruencias entre la funcionalidad, la eficacia y la eficiencia.

4. La evaluación se debe realizar a través de una metodología que permita obtener datos concretos de la realidad a evaluar.

5. Las funciones de la evaluación deben ser vistas desde una perspectiva externa e interna.

6. Los Tipos de Evaluación se las debe realizar tomando en cuenta por cuándo, para qué y dónde se evalúa.

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docencia universitaria

monica tello