Introducción a la evaluación educativa

La evaluación es un elemento esencial para el progreso del ser humano. Inicio hace miles de años, de forma intuitiva al sentir necesidades elementales los primeros habitantes del planeta tierra. Las personas evaluamos todos los actos y situaciones en las que nos vemos inmersas día a día, es así que, nos evaluamos desde el momento en que nos levantamos hasta que nos acostamos. Cabe mencionar que son las ciencias quienes han sistematizado la evaluación basados en diversos variables concretas como el peso, porcentaje de sustancias etc., ya que si no usamos variables, la evaluación sería arbitraria y no tendría sentido.

Los procesos educativos han evolucionado de manera constante, siendo la evaluación una parte primordial y desencadenante de los cambios en el arte de educar. Las ciencias han sistematizado los procesos de evaluación para optimizar el progreso tecnológico.

Noam Chomsky refiere que ha habido la necesidad de diseñar la educación temprana de tal forma que apunte hacia un buen desempeño en las evaluaciones que puede tener alguna utilidad para la persona evaluada y para el instructor.

Por otro lado, el Dr. Arturo De La Orden define a la evaluación “como el proceso o conjunto de procesos para la obtención y análisis de la información relevante en que apoyar un juicio de valor sobre un objeto, fenómeno, proceso o acontecimiento, como soporte de una eventual decisión sobre el mismo

Desde esta perspectiva, se nos sugiere que la evaluación debe ser tomada como un proceso frecuente y no continuo, por lo que debemos evaluar en los momentos oportunos y eficientes a fin de no sobrecargar con trabajos al estudiante. Toda evaluación conlleva a una decisión luego de comprobar el grado de adecuación de la realidad respecto a un punto de referencia.

El Dr. Daniel L. Stufflebeam define la evaluación como “... el proceso de identificar, obtener y proporcionar información útil y descriptiva sobre el valor y el mérito de las metas; la planificación, la realización y el impacto de un objeto determinado, con el fin de servir de guía para la toma de decisiones; solucionar los problemas de responsabilidad y promover la comprensión de los fenómenos implicados. Así, los aspectos claves del objeto que deben valorarse incluyen sus metas, su planificación, su realización y su impacto”.

La definición anterior nos sugiere que la evaluación nos servirá para tomar decisiones respecto a la asimilación de los conocimientos del estudiante y tomar “acción” para mejorar o reforzar el proceso enseñanza aprendizaje.

En cambio, para Clarence E. Beeby la evaluación “es la recogida sistemática, interpretación de evidencias y conduzca como parte del proceso a un juicio de valor hacia la acción”. Caracteriza la evaluación en cuatro aspectos: sistemática, interpretación, juicios de valor y fin de la evaluación.

El modelo de evaluación propuesto por el Dr. Arturo De La Orden se basa en la realidad educativa y las medidas de corrección.

Basados en los criterios expuestos, podemos concluir que la evaluación vela por la calidad del sistema educativo, pues se ha convertido en una herramienta esencial para la mejora del sistema educativo y de nuestra propia acción como docentes. La evaluación es un proceso frecuente más no continuo, que necesita tiempo, que puede costar mucho dinero, así como también que hay que comprobar el grado de adecuación o no de la realidad respecto a una referencia de criterio.

Debemos establecer criterios de evaluación que ayuden a comprobar si se han cumplido los objetivos o no, por lo que es necesario que la evaluación de los procesos educativos tengan una gestión administrativa y un procedimiento sistematizado que de tiempo a los entornos educativos para desarrollar y mejorar, no hay que evaluar por evaluar.

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