Created by Scott Ramirez
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Universidad Autónoma de Tlaxcala.
Facultad de Ciencias de la Salud.
Licenciatura en Química Clínica.
Habilidades Docentes.
"Los cuatro pilares de la educación".
Scott Ramírez Mejía.
7A
Aprender a conocer.
Consiste en aprender a comprender el mundo que la rodea, al menos lo suficiente para vivir con dignidad, desarrollar sus capacidades profesionales y comunicarse con los demás.
Aprender para conocer supone, en primer termino, aprender a aprender, ejercitando la atención, la memoria y el pensamiento.
Desde la infancia, sobre todo en las sociedades dominadas por la imagen televisiva, el joven debe aprender a concentrar su atención en las cosas y en las personas.
El incremento del saber, que permite
comprender mejor las múltiples facetas del propio entorno, favorece el despertar de la curiosidad intelectual, estimula el sentido critico y permite descifrar la realidad, adquiriendo al
mismo tiempo una autonomía de juicio.
Aprender a hacer
Aprender a conocer y aprender a hacer son, en gran medida, indisociables. Pero lo segundo esta más estrechamente vinculado a la cuestión de la forma profesional:
Al respecto, corresponde establecer una diferencia entre las economías industriales, en
las que predomina el trabajo asalariado, y las demás, en las que subsiste todavía el trabajo independiente.
En las sociedades basadas en el salario se ha desarrollado la sustitución del trabajo humano por maquinas. El futuro de esas economías esta suspendido a su capacidad de transformar el progreso de los conocimientos e innovaciones generadoras de nuevos empleos y empresas.
El progreso técnico modifica de manera ineluctable las calificaciones que requieren los nuevos procesos de producción.
A las tareas puramente físicas suceden tareas de producción más intelectuales, más cerebrales como: el mando de maquinas, mantenimiento y
supervisión, tareas de diseño, estudio y organización, a medida que las propias maquinas se vuelven más “inteligentes” y que el trabajo se “desmaterializa”.
Aprender a vivir juntos, aprender a vivir con los demás.
Es adecuado dar a la educación dos orientaciones complementarias.
En el primer nivel, el descubrimiento gradual del otro. En el segundo, y durante toda la vida, la participación en proyectos comunes, un método quizá eficaz para evitar o resolver los
conflictos latentes.
El descubrimiento del otro:
La educación tiene una doble misión enseñar la diversidad de la especie humana y contribuir a
una toma de coincidencia de las semejanzas y la interdependencia entre todos los seres humanos.
El descubrimiento del otro pasa forzosamente por el descubrimiento de uno mismo; Solo entonces podrá realmente ponerse en el lugar de los
demás y comprender sus reacciones.
Aprender a ser.
a educación debe contribuir al desarrollo global de cada persona: cuerpo y mente, inteligencia, sensibilidad, sentido estético, responsabilidad individual, espiritualidad. Todos los seres
humanos deben estar en condiciones, en particular gracias a la educación recibida en su juventud, de dotarse de un pensamiento autónomo y crítico y de elaborar un juicio propio, para determinar por sí mismos qué deben hacer en las diferentes circunstancias de la vida.
La función esencial de la educación es conferir a todos los seres humanos la
libertad de pensamiento, de juicio, de sentimientos y de imaginación que necesitan para que sus talentos alcancen la plenitud y seguir siendo artífices, en la medida de lo posible, de su
destino.