Created by Maria Del Mar Gonzalez
2 months ago
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¿Cómo influyen los espacios educativos en el desarrollo infantil? ¿Por qué son importantes las prácticas cotidianas en la educación infantil?
El desarrollo infantil consiste en un proceso de reorganizaciones y transformaciones permanentes de estas y de nuevas competencias; por lo tanto, requiere escenarios exigentes que revelen los retos del mundo real. Desde el nacimiento y durante el período de la infancia, son diversos los espacios donde los niños actúan e interactúan con otros y con su mundo. "Un espacio educativo resulta significativo para el desarrollo en la infancia cuando el conjunto de situaciones relacionadas entre sí, en el ambiente de aprendizaje, favorecen la construcción de nuevo conocimiento y permiten el crecimiento de formas de pensamiento más avanzadas y modalidades más complejas de interacción" según, (Otálora, 2007).
Las prácticas cotidianas son situaciones que fácilmente pueden ser utilizadas por los agentes educativos como situaciones de resolución de problemas, pues son actividades que tienen un carácter práctico que implica a los niños aprender a responder a las necesidades del entorno. Las prácticas cotidianas son actividades diarias compartidas por una gran parte de los miembros de la comunidad, que siguen siendo vigentes para la consecución de metas relevantes de supervivencia como por ejemplo; la socialización, la convivencia, la alimentación, la salud, la higiene y la consecución de recursos económicos.
Las experiencias educativas que fomentan la participación activa de los niños en su propio proceso de aprendizaje tienden a ser más efectivas. El aprendizaje se convierte en un proceso dinámico donde los niños son protagonistas. Los educadores deben ser empoderados y formados continuamente para desarrollar prácticas innovadoras y sensibles a las realidades de los niños. Su papel es clave en la creación de ambientes de aprendizaje significativos.
El diseño de espacios educativos significativos es fundamental para promover el desarrollo integral de las competencias en los niños durante la primera infancia. Estos espacios deben ser intencionales y estructurados, buscando generar experiencias enriquecedoras que estimulen el crecimiento cognitivo, social y afectivo. Al integrar objetivos claros, prácticas culturales, interacciones colaborativas, se crea un entorno que no solo promueve el aprendizaje, sino también respeta y potencia la identidad de cada niño. Así se contribuye a formar individuos capaces, creativos y responsables.
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